Mañana voy de vuelta a Cachicadán, ese pintoresco pueblito en la sierra de La Libertad, ese pueblito que me llena de hastío porque es donde a donde regreso cada mes a cumplir la pesada exigencia que para mí significa el tener que realizar el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud durante un año entero. Yo ya llevo 6 meses en él y cuento los 5 que me faltan con desesperación. Comentarios que podrian saber a exageración para muchos. La verdad me importa poco.
Una tía mía que siente verdadera aversión hacia todo lo que se relaciona con el salvajismo que se pueda encontrar en nuestro país, me repite cuando puede que ésto es una pérdida de tiempo. Para mi de cierta manera es una suerte de "tapa-huecos" de personal de salud que no quiere trabajar en las condiciones caóticas en las que nos vemos obligados a desempeñarnos en los pueblos que implican el sacrificado "Quintil 5" de pobreza.
Mi Puesto de Salud de MINSA, que en realidad es un Centro de Salud, funciona provisionalmente en el segundo piso de un mercado vacio. Tengo un balón de oxigeno vacío y si en algún momento lo necesito solo cuento con un nebulizador portátil que una empresa minera buenamente nos regaló. Además de lo básico (gasa, cloruro... mas gasa y mas cloruro) NO tengo alcohol, ni jabón estéril; lo que si tengo es una camilla que también uso de escritorio y 3 biombos que hacen las veces de paredes para separar al resto de gente de mi consultorio... ¿Privacidad para mis pacientes? Trato de dárselas en la mejor manera, alejando a la gente que se queda parada junto a los biombos bajo la excusa que cuida a uno de sus 4 o 5 hijos que se revuelcan en el piso lleno de tierra para escuchar lo que me cuenta su vecina o su nuera. Ocasionalmente llegan con sus perritos o una que otra gallinita, pero ese es tema aparte.
Mi jefe es un holograma. Esta cuando lo van a supervisar y pasa la mañana metido en la farmacia con una Técnica de Enfermeria que por momentos se cree a dueña del Centro de Salud y hasta hace unos meses, quien podía llamar la atención al personal y salir y entrar a la hora que quisiera. "El doctor Fernando y yo nos queremos como hermanos", dice ella. Rocío le falsifica la firma en cuanto documento debe firmar el jefe, su tabla de asistencias, le hace los informes, le pasa su HIS, y asi ha sido desde hace 8 años.
Aunque llevo la fiesta en paz con todos, son solo 4 o 5 personas con las que converso mas allá de los temas de "la posta". De ellas, creo que no confío en ninguna. Si me preguntáran quien es el que mejor trabajo desempeña en el Centro de Salud, solo se me viene un nombre a la cabeza: Bethy Carbajal. Una chica de 26 años, tecnica en enfermería, de perfil bajo, quien es la UNICA que cumple con todo su trabajo sin chistar.
Y bueno, es Diciembre asi que como en la mayoría de centros de labores habrá un amistoso intercambio de regalos. Mi "amiga" secreta es Doña Elisa: Tecnica de enfermería que se hace llamar "la Doctora Elisa", cura todo hasta el cáncer y la diabetes y cuando se complican sus pacientes les dice "vaya a la posta", dentro de su turno de trabajo se escapa, no me pide permiso, llega a la hora que quiere, no hace gasas ni esteriliza material y encima, trata mal a los pacientes con tal de que ella los vea en su casa... Si, a Doña Elisa, tendré que sonreirle y darle un regalo.
Pensé en un adorno hecho de conchas de abanico o en un reloj grande para que use como collar pero he optado por una agüita de colonia. Que me queda, hacerle caso a mi mamá con el asunto de la diplomacia.
Mi asiento es el número 36. Era viernes cuando mi mamá compró el pasaje y todo el bus esta repleto. Otra vez a mirar los mismos caminos, a llegar llena de tierra y a volver a tratar con la misma gente...
5 meses solamente, 5 meses para terminar con esto.
Trataré de salir un poco en la tarde. Me pondré una falda de flores y aprovechando el sol trujillano caminaré por la playa. Ya me hace falta. Espero poder tener algo de compañia. Espero volver sana y salva la siguiente semana... con ansias!
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