lunes, 8 de julio de 2013

Ausente.

Hola, a quién me lea.

Casi un año después y tras la promesa incumplida de seguir escribiendo con regularidad en éste mi blog personal, vuelvo a agregarle letras mías en estos escasos días de vacaciones de verano.

Hace algunos meses decidí tomarme una semana de vacaciones en el mes de Julio. Felizmente, en este sistema laboral alemán, el trabajador tiene libre albedrío para fraccionar sus 29 días de vacaciones a su gusto y antojo. A mi aún me quedan 23, así que ahora tomé 5. Y debo aclarar que aquí los días de vacaciones son contados sin sábados, domingos o feriados. ¿Paraíso? No precisamente.

Al fin, es este país de predominante frío, clima indescifrable (por que siendo verano, hasta hace 3 semanas tuve que salir con chaqueta y zapatillas a la calle) y lluvia y más lluvia, ha salido el sol y al menos en esta semana de vacaciones, permanecerán los días a más de 25 grados.

Ya llevo 1 año 5 meses y 28 días fuera de mi país. Ya pasé al segundo año de mi residencia médica (que para éso vine)  y además de todo lo referente a mi familia, amigos y demás cosas que se extrañan sin remedio, precisamente hoy, precisamente aquí, he aprendido a valorar como nunca un día de sol, a sentir cierto pesar cuando después de 5 días de lluvia y frío, había un día soleado justamente cuando me tocaba estar 24 horas de guardia en el hospital y veía todo desde las ventanas. Mis padres y Josefa, mi abuela, me enseñaron entre tantas cosas a disfrutar los detalles. A veces la vida y la despiadada rutina te hacen perder por momentos la visibilidad de esos momentos y es cuándo la vida pasa, el día pasa y no te dejó sabor a nada. Todo un desastre.

Pues bien, esta fue una pequeña nota. Todas estas letras juntas para decir que estoy de vacaciones y el meteorólogo del canal trece ha dicho que habrá sol la semana entera.

Mi lectura actual es "El lobo estepario" de Herman Hesse (Curiosa la mirada del observador y del narrador) Extrañaba leer.


miércoles, 22 de agosto de 2012

930 (Más o menos)

Una tarde de verano, sin nada planeado, sin presentimiento alguno, sin que yo quisiera, terminamos llegando a mi casa. Había quedado antes con una buena amiga y estando con ella, él me llamó, nos reímos los tres, comimos torta y compartimos mi Coca-Cola. Mi querida Sisi tuvo que ir a su casa y él se apuró convenientemente en conseguirle un taxi en el tráfico imposible de las 6 de la tarde en pleno centro de la ciudad. Caminamos un rato hasta que casi anocheció. No es mentira si les digo que Trujillo tiene un color precioso en sus calles durante los atardeceres y las noches de verano. Es irresistible, es mágico. Se le ocurrió ir a mi casa con insistencia y la suerte lo acompaño. Conseguimos un taxi y nos marchamos.



La casa estaba vacía, la sala no estaba absolutamente oscura pero me aseguré de encender la luz principal. Nos sentamos en mi sillón y de pronto en cuestión de 5 minutos mi familia entera apareció por la puerta. Venían todos en el auto luego de hacer algunas compras en el mercado. Repito que no tenía nada planeado y sin embargo ese "desplaneamiento" terminó en que todos lo conocieran a él.

¡Vaya! Una incomodidad rara; a veces me gusta tener ciertas cosas bajo control, yo antes no era así, debe ser la edad. ¡Qué calor! Los días de Enero en Trujillo suelen ser así, ricos pero calientes. Conversamos, conversamos. Él me dijo, yo le dije. Él me preguntó y yo dije sí con toda la familia escuchando (porque de seguro que estaban escuchando) en el cuarto contiguo y es que siendo casi las 8 de la noche, la costumbre en casa de mis padres es: Todos a la mesa, esta servido.

Y dije que sí. Me preguntó y lo dije con seguridad. Qué avalancha nerviosismo, qué vuelco en el estómago. Empezar sin calcularlo ni programarlo: Genial. Todo bien. Sonrojos. Calor. Pero falta algo: Qué es un sí sin un beso.

La verdad es que en ese momento ni lo pensé. Estaba nerviosa, sorprendida, feliz, obnubilada y de pronto un "Tengo que irme", y de pronto un "Ya es tarde" y un "Hasta luego señor, hasta luego señora, adiós Carmen" Palabras que no recuerdo bien mientras pensaba y no pensaba en ese "cómo" ¡Demonios que calor! 

Un "Te acompaño a la puerta" y ahora estabamos juntos en el dintel, sólo él bajo ese escalón final mientras yo me quedé en el anterior. "Chao", "Chao" y él me mira, lo miro yo enrojecida hasta las orejas -empezó mi taquicardia en ese momento- él trata de tomarme las manos pero yo las deslizo hacia su cara con una familiaridad que me sorprendería a mi misma al recordarlo (días atrás él había sufrido mucho para sólo tomar mi mano) ambos miopes con lentes, ambos nerviosos ¡Caray, que calor!

Y nos miramos y la puerta esta abierta y se escuchan los autos que pasan por la avenida cercana y sus manos también me tocan la cara... Y sus labios tocaron los mios por algunos segundos. Silencio. Cámara lenta y el corazón se me salía. Nos separamos y le hice adiós ocultando mi cara enrojecida entre las sombras de la noche. Me quedé con una tibieza nunca antes sentida en esta habitación que por esos días tenía unos 24 años de inaugurada. 



Y asi son ya 930 días (en aproximación) que desde ese día llevo besando incansable los mismos labios, escuchando esa voz y disfrutando de su recuerdo cuando la tengo lejos. 930 días que ya han pasado y que ahora evoco desde un verano distinto a ése, éste en cambio es un verano extraño, nuevo, distinto. Un verano abrazador y lleno de una espera que se me hace eterna. Nunca hubo un beso como ése que di y que me dieron y no porque haya sido el más intenso, pasional o morfológicamente perfecto, ése beso fue único porque ése fue el primero de tantos y tantos que le siguieron y que a pesar de la pausa geográfica momentánea, siguen siendo hasta hoy y quién sabe, tal vez éste que les acabo de contar, haya sido mi último primer beso. El tiempo lo dirá.

jueves, 9 de agosto de 2012

El Cuerpo.

A diario tengo la oportunidad de atender a muchos pacientes ancianos. Muchos llegan solos: llegan de asilos, de casas de reposo o de sus propias casas traídos por los paramédicos de la Cruz Roja. Algunos también llegan acompañados de sus esposos o esposas: jubilados que se siguen acompañando y haciéndose cariño 50 años después de darse su primer beso. Es increíble. Amor en primera fila y Tecnicolor.

El Señor Erkes, paciente mío, tenía hoy por la tarde programada una prueba de esfuerzo y fui con él al ambiente de EKG para ver como seguía después de llegar hace 8 días con un síndrome coronario agudo. Llegó acompañado por su esposa, con la que vive en un pueblo cercano. Ambos se tratan con un cariño que a veces me hace mirar hacia otro lado para que no me invada mi nostalgia “en horas de trabajo”. Al retirarse la camisa, vi el cuerpo blanco y voluminoso de mi paciente con las cicatrices de unas intervenciones cardiacas anteriores en el pecho, con las equimosis en el abdomen por las diarias inyecciones de Clexane®, con las mamas que cogaban sobre el pecho, con las marcas del catéter venoso central que tuvo hasta hace unos días cuando aun permanecía en la estación de Medicina Intensiva. Veía a su esposa, ambos ya casi llegando a base 8, que le ayudaba doblando la camisa y sosteniéndole el bastón. Los vi, vi el cuerpo del Sr. Erkes, vi su humanidad meneándose de unlado a otro mientras empezaba el pedaleo sobre la bicicleta estática de prueba  y me pregunté cómo habría sido ese cuerpo en la juventud.

Tal vez hace 50 años la Sra. y el Sr. Erkes lucian espigadas y atrctivas figuras. Tal vez ese hombre de espalda curvada por los años, de abdomen prominente, de anteojos gruesos y aparato para oír en ambas orejas fue alguna vez un guapísimo chico alemán que alguna noche invitó a bailar a una muchacha rubia uno de esos swings post-guerra de los 50’s. Alguna vez…

Después de todos los años, de todo lo pasado, de todo el camino recorrido ¿Qué nos queda? ¿Qué es lo que en verdad vale? Si, si, que todo entra por los ojos, que los superficialismos y tantas y tantas cosas más, pero el ver a esas dos personas mirándose con tanto amor, no lo sé, sólo me hizo pensar en eso. Los años no pasan en vano ¿No? El cuerpo queda con marcas físicas y palpables de lo pasado. El corazón, los pulmones, el cerebro, las articulaciones, los huesos, el estómago como organos vitales empezarán a fallar alguna vez y de pronto seremos ancianos programando las pastillas para la semana y retirándonos la prótesis dental antes de dormir.

Al final de todo ¿Podremos ver qué fue o no importante en nuestra vida? Lamentablemente y como dice la canción "la sabiduría llega cuando no nos sirve para nada", es en verdad medio cierto.

¿Acaso no es sólo un beso lo que queda? ¿Un abrazo? ¿Una sonrisa? ¿Una canción? ¿Acaso -y con suerte- no sólo quedaremos ese "tu" y ese "yo"?



domingo, 10 de junio de 2012

He vuelto.

Hace mucho que no he publicado nada y más que por cuestiones de tiempo ha sido por estar haciéndole algunos ajustes a mi nueva vida. Me mudé de casa de mis padres hace unos meses y ahora de nuevo vivo sola como hace algunos años, la diferencia es que ahora soy totalmente independiente y eso me asusta. Al fin tengo un trabajo fijo (pasando claro los inevitables 6 meses de prueba) y ahora vivo en un cuartito pequeño pero cómodo con balcón y una linda vista a la ciudad/pueblo. De como me lo entregaron, lo he acomodado y rellenado de cosas agradables para mi, de manera que se haga más acogedor (y digerible). Sábanas de Hello Kitty compradas en el área de niños de un supermercado local y lucecitas de colores LED en mis ventanas, algo que siempre quise desde que tenía 6 años y ahora 21 años después lo he conseguido.

Últimamente también decidí no ser el único ser viviente que comparta la habitación por lo que un viernes terminado el trabajo fui a comprarme una planta. Lleva casi 2 semanas conmigo y el hecho de que aún este viva y creciendo saludable me hace sentir contenta (con lo mala que soy yo para cuidar plantas) Tal vez compre alguna con flores el próximo viernes.

Claro que mis preferencias van por algo más animado. Un gato sería ideal pero lamentablemente aquí no permiten animales y con lo minúscula que es mi habitación no sería justo ni para él ni para mi. Tendré que posponer la adquisición hasta poder tener un departamento donde mudarme con mis plantas, mis luces LED, mis libros y al fin poder tener un gatito.

En dos días cumplo cinco meses en este nuevo proyecto: loco, impensable para mí hace unos años, arriesgado y diferente; en dos días serán cinco meses sola y vaya que no ha sido nada fácil. Al menos ahora el clima no es tan arisco como a mi llegada. Al menos ahora llueve y no cae nieve todo el día. Al menos ahora se marca +18 y no -18 oC y eso me alivia un poco.

En estos cinco meses he escrito varias cosas. He escrito con la depresión encima, con la rabia encima, con la alegría encima; he escrito en servilletas, en el tren, en hojas, en mi compu, en varias cartas (que algunas yacen de seguro en algún tacho de basura, porque se perdieron en el camino gracias al servicio de correos) pero eso ha sido parte de mi autoterapia de acomodamiento y no veo razón para hacer pública esa parte inicial del  proceso. Ahora, después de gastar varias cajas de pañuelos desechables deshidratándome por los llantos y haberles bajado el ritmo a sólo uno o dos por semana (porque no tengo tiempo otro día) creo estar un poco más estable. Ahora es hora de volver a mi blog. 

Desde hace días que tenía la idea pero desde ayer -y no sé porqué- me decidí a hacerlo. Asi que la idea mia es ahora escribir algo en la semana y publicar el domingo. O al menos eso intentaré. Tengo muchas ideas a diario, muchas cosas interesantes que he tenido y tengo la oportunidad de ver. He conocído a gente muy diferente. Trabajar con gente de Alemania, Albania, Georgia, Rusia, Servia, Polonia y tener conocidos de Rumania y Ucrania te hace sentir que prácticamente vienes de otro planeta, gente que ha vivido otra historia pero que sin embargo no deja de ser gente con las mismas necesidades y problemas que cualquier peruano, tailandés o canadiense. Que curioso.

Asi quedamos entonces. Hasta el domingo.



"Hace mucho que no he publicado nada y más que por cuestiones de tiempo ha sido por estar haciéndole algunos ajustes a mi nueva vida..." 

¿Algún día terminaré?

miércoles, 4 de enero de 2012

Regalos.

Hoy te abrazaba y miré a la gente alrededor. Me acordé cuando estaba yo conmigo y del otro lado; era aún más ácida, créeme. Más aún.

Hoy me diste un regalo hermoso, precioso, uno que me impulsa a poner el otro pié hacia ese proyecto nuestro. Nuestro, tuyo y mío.

¡Por cuánto ha pasado mi "yo" para ser feliz y encontrar el verdadero significado de ese "nosotros" que en mis proyectos futuros de años pasados me veía solo a mi manejando hacia la paya luego del trabajo! (Y un gato)

Gracias por ese regalo D, por ese nosotros que cada vez escucho más fuerte aunque lejos. Que nos une y nos abriga de lejos. Que nos hace amarnos apesar de las horas, los mares y los kilómetros.

Gracias por regalarme esas cortas palabras que esbozan un solo camino... Esta es Blanca, de la manera en que quería estar en el fondo de su corazon y tras toda esa cojudez ácida auto-protectora. Que rico mirar hacia la misma estrella ¿No?




Si, si quiero.



lunes, 2 de enero de 2012

Feliz 2012.

¡Buen día! Y lo digo porque escribo esto a las 6.40 am. Confieso que no es la hora a la que suelo levantarme, pero hoy he recibido este primer lunes del año abriendo los ojos y despegandome de la cama sin problemas desde las 5.15 de la mañana. Que fresco es el amanecer de verano en Trujillo.

Hoy tengo mucho que hacer durante la mañana. He hecho una lista y hace mucho que no lo hacía. Esta semana la tengo bastante pesada y espero tener tiempo para todo. Sé que todo depende de la organización y de que no se me olvide nada. Por lo pronto mañana pasaré unas horas en Lima para recoger una cosilla y de vuelta a Trujillo a seguir con mi semana. 


Las navidades han sido familiares como siempre, otro año juntos es lo principal que agradezco a Dios. Las celebraciones del año nuevo igual, a diferencia que este ha sido el primer año que recibí presencialmente las 12.00 con D. No imaginan lo feliz que esto me ha hecho: Tener a mi familia y a la otra persona más importante de mi vida junto a mi. Éste será definitivamente un buen año: Terminé el 2011 con amor y sé que se llenará de más amor el 2012.

Ayer di un paseo por el campo y sin planearlo fui a la playa con mis padres. No visitaba Puerto Morín desde hace poco más de 10 años. Recordaba esa playa enorme, con pescadores en la mañana y con unos cuantos restaurantes de esteras frente al mar. El agua clara, con poco oleaje, con la arena suave y la brisa fresca. Cuando llegué a Puerto Morin... Cuando llegué... Vamos, solo les diré que llegaban camiones llenos de gente y la chicha se mezclaba con los huaynos y el sonido de las botellas de cerveza.

Almorzamos. No voy a describir los detalles negativos, no lo voy a hacer porque es harto conocido por Uds. -si es que han ido a alguna playa trujillana el primer día del año- cual es el sentido de "cuidado del ambiente" de nuestra masa popular y sus bolsas y envases plásticos.

Ya después de que comi algo camine en medio de toda la gente hacia el mar. Traté de aislar todo lo que me disgustaba a mi alrededor y solo caminar hacia el mar que apenas alcanzaba a ver desde el restaurante por estar tan lleno de camiones, buses camionetas y autos y gente. Respiro. Prometí no hablar de lo negativo.

¡Que rica el agua en mis pies! Estaba fresca y tan rica que si no hubiese estado limitada por mi ropa me metía al mar como no lo hago hace mucho tiempo. Me encanta la playa. Estaba ahi (repito: Bloqueando todo a mi alrededor) y pensaba en tantas cosas. Hace 11 años cuando estaba en el mismo lugar todo era diferente, yo era diferente en muchas cosas pero qué gran parte de mi -no sé si para bien o mal- aún tiene 15 por momentos. Ni pensaba en lo que pienso ahora y nisiquiera  imaginaba todas las cosas que tenía que pasar para llegar a los 26 años que tengo parada en el mismo lugar. La vida es buena conmigo. Han pasado 11 noches viejas y 11 primeros días de enero y vaya que he aprendido mucho. Gracias a Dios puedo estar aquí apesar de todo.

Y pensaba en todo, en todas las personas que he conocido, en tantos amigos que ya no veo tan seguido pero a quienes extraño y quiero mucho, en la familia a la que quiero y en la que actúa tan absurdamente que me da pena... Supongo que algo de nostalgia al comenzar el año y estar frente al mar es muy común.


Pero ya es 2012 y es lunes y hay mucho que hacer y si, la playa es hermosa pero como me dice mi papá: "Ahi seguirá" Tengo mucho mucho que hacer, tengo a mi familia unida, tengo a D y tengo una residencia médica que hacer, asi que este año ¡SOMOS RESIDENCIA MÉDICA 2012! Este es mi objetivo del año: Estudiar y estudiar y aprender y ser la mejor residente que pueda ser. Hell yeah!

Y si no lo sabes... ¡Ahora lo sabes!

¡Buen lunes a todos los que pasen por aquí!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Hospital 28 de mayo (Parte I)

No sé como llegué pero ahi estaba, en la mesa de una sala de operaciones con una bata blanca y con la luz de la lámpara cialitica en la cara. Era una habitación muy pequeña, lúgubre y solo iluminada con la luz blanca que casi me cegaba. Entró un médico vestido de verde y me dijo que me sentara, que flexionara el cuello hasta que mi barbilla llegara a mi pecho. Yo sabía que la posición y las indicaciones eran las que damos a los pacientes a los que les colocamos una anestesia raquídea y apesar de sentirme tan confundida yo seguía las indicaciones sin objetar.

Me sentía algo mareada, desubicada. Mientras permanecía en esa posición sintiendo como me hacian la limpieza con gasas previa a la punción, me dí cuenta que la habitación era aún más pequeña de lo que parecía. Las paredes tenían una pintura verdosa pálida con azulejos rotos que solo me daban la sensación de tristeza, de abandono.

"Hemos terminado. Recuéstese" ¿Cómo? Recuerdo haber pensado en que no era tan doloroso como parecía. Me recosté y sentí las piernas adormecidas, frías, pero aún las podía mover. De pronto solo silencio y la habitación cada vez más pequeña. Levante la cara para ver a mi alrededor y vaya que lucía horrenda: Estaba sucia, con la cama oxidada y el piso desgastado.

El silencio se fue rompiendo. Escuchaba voces desde afuera. Escuchaba "actividad hospitalaria" típica de sala de operaciones. Quise parame pero un terrible mareo me devolvió a la cama. Un olor a óxido inundaba todo el espacio. 


Esperé un poco. Apoyándome en el borde de la cama logré sentarme. Sentía que la cabeza me daba vueltas y el olor a humedad me provocaba náuseas. ¿Estaba sola? Logré ponerme de pié con dificultad. ¡Vaya, que mareo! Caminé sobre mis piernas temblorosas y llegué a la puerta de la sala. Lo único que podía pensar era en cómo había llegado hasta ese lugar ¿En qué hospital estaba? Caminé lento y sin mirar atrás. Caminé hasta esa puerta de baibén de color beige. Por fuera había gente caminado, había luz. Tenía que llegar hasta allí y averiguar que estaba pasando conmigo. Me dolía la cabeza, mis pies descalzos estaban tan fríos que casi no los sentía y apesar de solo traer una bata encima, casi no sentía frío en la parte superior de mi cuerpo.

Algo estaba mal...


sábado, 5 de noviembre de 2011

Anotación.

1- Hacer pudín de chocolate con "Pudín Royal" y leche evaporada "Gloria"

2- Colocar el hielo en la bebida JUSTO cuando ya va a ser tomada, no antes porque se derrite; resultado: Jugo diluido (¡Iack!)

3- Si voy a cocinar para D: NO ACEITUNAS.


4- Cuando elija mi próxima vivienda: Será en una zona silenciosa, SILENCIOSA!


5- Creo que debo hacer un video de acción... o de lo que sea. Si Taylor Lautner puede hacerlo y salir en una peli con  ese cutis ¡Allá voy! Gracias programas de photoshop para video ;)


Uff...

viernes, 4 de noviembre de 2011

Neon.

Si, es de neon la luz esa que esta ahí,
¿la vez también no?

¿Si, si la vez pero por donde llegamos?
No hay que sacar-la.

Siente la luz, cierra los ojos, huele. Abre los ojos, ahí, ahí ¿sigue ahí?

Vamos.
Vamos de una buena vez pero ordena las cosas,
por el equipaje donde debe ir.
Ponte los zapatos.

Yo me acomodo el sombrero y ese vestidito negro que tanto me gusta.


Ordenémonos.
Te quiero ayudar pero no ORDENARTE,
es distinto sugerir,
me entiendes, yo sé.

Esa luz esta ahí pero vamos
¡pero ya! ¡pero ya!
¡pero ya!

¿A pasos lentos?
¿A pasos lentos?
¿A pasos largos, cortos?
Vamos. 
Respira y vamos.

Yo me acomodo el sombrero y ese vestidito negro que tanto te gusta.


Voy y me sigues.
Trae la maleta.
Vamos a nuestro ritmo mi corazón.




martes, 1 de noviembre de 2011

Penúltimo mes.

Estos días libres han sido maravillosos para mi. Este feriado largo y el hecho de haber pasado estos días con D, mis padres y mis amigas me ha hecho muy feliz. He conocido parte de la vida del hombre que ocupa todos mis pensamientos en este momento -que no es mi padre- y eso me ha fascinado. Compartir nuestros recuerdos de niñez, de como eran nuestras vidas antes de conocernos es simplemente invalorable para mi. Siento que abre no solo las puertas de su casa para mi, sino las puertas de su vida, de sus alegrías, sus penas y sus preocupaciones. Y yo puedo hacer lo mismo con él sintiendome tan libre y tan YO como nunca antes me habia sentido. Amo a Daniel, lo amo el día de hoy y espero seguir haciendolo por mucho tiempo más.


Hay mucho mucho más que decir, he sentido tanto estos 4 maravillosos días que podría escribir y escribir, pero creo que se lo diré al oido a D, mientras se quede dormido junto a mi ;)  o mientras me cante una canción que me emocione hasta llorar. Porque lloro inevitablemente cada vez que me conmuevo (aish)

Que este noviembre traiga lo que tanto espero yo y lo que tanto espera él. Buenas noticias para que nuestros planes de conquistar el mundo sigan adelante. Mañana será algo asi como un miércoles-lunes después de tanto descanso y volveré a la biblioteca y a recorrer mi nuevo libro y D volverá al hospital, a la visita médica y a los demás proyectos que tiene y comparte conmigo pero sé además que despertaré escuchando su buenos días (la mayoría de veces antes que mi despertador) que me hace tan feliz.